La noticia de hoy guarda relación con la presencia de sellos de cera en algunos documentos de cera castellanos de finales del siglo XIII, en concreto los conservados en el Archivo Municipal de Nájera, en restauración actual en el Instituto del Patrimonio Cultural Español.

El sello de validación en documentos se utiliza en la corona castellana desde 1120, siendo empleados por reyes, obispos y más adelante por otras autoridades eclesiásticas, municipios y nobles, para extenderse a otros particulares. Aunque se fabrican también en plomo y con el tiempo en papel, los que aquí interesan son los fabricados en cera por los municipios y ubicados en documentos de hermandad en pergamino doblado en la parte inferior para soportar el peso y pendientes de éste por un cordón de hilo. Los municipios pueden emplear sello por disposición real y los conservan celosamente para evitar posibles abusos.

El archivo mencionado conserva varios documentos de hermandad entre municipios fechado en 1282, del que se debieron elaborar tantas copias como signantes (73, de los que se conservan 22)  y de los que sólo se conserva uno, toda vez que a su llegada al trono Sancho IV ordenó su destrucción para que se perdiera la memoria de lo allí resuelto. Otros documentos semejantes datan  de 1295 y 1297. Vengan algunas notas sobre estos sellos:

– Se fabrican empleando cera natural templada colocada de manera que dejan pasar el cordón.

– Las figuras se realizan sobre una matriz metálica, siguiendo el esquema de las monedas del período, esto es, tipo central y leyenda circular en la parte exterior.

– Hay sellos de doble impronta e impronta sencilla o sólo por una cara. Los de doble impronta miden una media  en torno a 80 mm y los monofaces unos 50 mm, que varía según los municipios.

– Los sellos de doble impronta muestran un castillo en una cara y emblemas de significación municipal en la otra, con una interesante variedad. El emblema del reino castellano se extiende desde Guipuzcoa a  Cantabria, desde La Rioja a León.

Este es el ejemplo del sello de la localidad segoviana de Cuéllar, conservado en el Museo Arqueológico Nacional de Madrid, a quien corresponde la propiedad intelectual de la imagen destacada, que habrían de ser conservados celosamente para evitar su mal uso y destruidos al final de su período de empleo para evitar el abuso.

Para saber más

Menéndez Pidal, Catálogo de sellos españoles de la Edad Media, Madrid, 1921

A. Guglieri, Catálogo de sellos de la Sección sigilográgfica del Archivo Histórico Nacional, Madrid, 1974

A. Riesco, Introducción a la sigiligrafía, Madrid, 1978

VV. AA. Estudio y conservación de sellos en cera. Encuentro sigilográfico, Nájera, 2005