Las monedas como los sellos reales constituyen testimonios materiales del poder real.

El sello de validación en documentos se utiliza por los reyes leoneses y castellanos desde 1120. Un primer paso es el signum o firma real en los documentos, que evoluciona a la presencia de sellos rodados con los emblemas que los reyes se proponen, sean cruces, leones, castillos, figuras ecuestres o mayestáticas. Durante el s. XII, cuando no está consolidado el empleo de un emblema heráldico real, la variedad tipológica de las monedas es más una señal de identificación que de propaganda, con abundancia de tipos monetarias de significación religiosa. Sólo a partir de 1147 los sellos y las monedas comienzan a identificar con mayor presencia el poder real y sólo al final del siglo, los emblemas heráldicos de los reyes aparecen en sellos y monedas: leones y castillos.

Los primeros sellos conocidos son en cera y pronto se utilizará también el plomo. Vayamos con las notas fundamentales.

  •  Se fabrican empleando cera natural templada o plomo, de manera que dejan pasar el cordón que se une al documento.
  • Las figuras se realizan sobre una matriz metálica, siguiendo el esquema de las monedas del período, esto es, tipo central y leyenda circular en la parte exterior.
  • Hay sellos de doble impronta e impronta sencilla o sólo por una cara. La cancillería de la corte conserva y emplea los sellos.
  • Desde el s. XIII y con muchísima frecuencia en el s. XV los sellos son de placa sobre papel, normalmente en el dorso del documento, uniéndose gracias a la colocación de una fina capa de cera que impide la separación sin romper el sello.
  • La legislación de Alfonso X diferencia varias clases de sellos en función de su utilidad: sello (de plomo, 50 mm), sello mayor (de cera, 110 mm) y sello menor (de cera en placa al dorso, 52 mm), entre otras.
  • Corresponde al canciller del sello de la puridad la conservación de las placas.

Algunos sellos tienen los mismos elementos que las monedas de su época. Así, en tiempos de Enrique IV, los reales de 1454 en adelante (MOMECA 74.A) son muy semejantes a los sellos de plomo empleados a lo largo del reinado (MOMECA S16.1) o una rara blanca de natación incierta dentro del desorden monetario (MOMECA 77.3) es muy semejante a un sello de placa sobre papel (MOMECA S16.3).

Para saber más:

M. T. Carrasco Lazareno, «El sello real en Castilla: tipos y usos del sellado en la legislación y en la práctica documental (siglos XII-XVII)», Galende-Ávila, De sellos y blasones: miscelánea científica, Madrid, 2012

A. Guglieri, Catálogo de sellos de la Sección sigilográgfica del Archivo Histórico Nacional, Madrid, 1974

Menéndez Pidal, Catálogo de sellos españoles de la Edad Media, Madrid, 1921

F. Menéndez Pidal de Navascués, Apuntes de Sigilografía española, Guadalajara, 1993

F. Menéndez Pidal de Navascués, Los sellos en nuestra historia, Madrid, 2018

A. Riesco, Introducción a la sigiligrafía, Madrid, 1978

J. M. de Francisco Olmos, Historia y evolución del sello de plomo. La colección sigilográfica del Museo Cerralbo, Madrid, 2008

J. M. de Francisco Olmos, El Signo Rodado Regio en España. Origen y Desarrollo, Madrid, 2017

VV. AA. Estudio y conservación de sellos en cera. Encuentro sigilográfico, Nájera, 2005

A continuación se ofrece una lista no completa de sellos, indicando los más representativos, con su reproducción, materiales en que se conoce el empleo de los emblemas y las fechas de los documentos a los que se hallan anexados.