La falsificación de moneda en tiempos de Juan II es un fenómeno conocido. También las imitaciones monetarias como las desarrolladas por Dirk van Bronckhorst en el señorío de Grosveld.

En esta entrada nos hacemos eco de un conjunto de monedas falsas cortadas por el mismo perfil: monedas cobrizas con la leyenda IANNUS (en ocasiones combinada con la alusión ENRICVS), una epigrafía que recuerda las monedas elaboradas en los Países Bajos y Flandes, de donde pudieron ser importadas y una buena factura de los cuños caracterizada por el empleo de punzones bien elaborados para cada letra.

Con sus diferentes marcas bajo el castillo (conocemos B y S), todas se han elaborado en un único taller monetario. Las imágenes siguientes son de Tauler y Fau.

En realidad, conocemos muy pocas falsificaciones que podamos atribuir a un mismo taller monetario. A modo de ejemplo, los cuños de la colección Orol produjeron monedas de Alfonso X con dos diferentes marcas monetarias, dato del que tenemos noticias por conservarse cospeles acuñados y sin acuñar. También conocemos cordados de Sancho IV sin marca y con la marca de Coruña que se han concebido por la misma mano.