Al igual que en Carrión de los Condes, conocemos una escena de acuñación en Salamanca.

Conocemos los nombres de algunos monederos residentes en Salamanca en las fechas en que se talló esta escena: Lupe en 1164 y don Julián en 1182, además de otros en fechas posteriores (Iohannes monedero, 1222 y 1229, Domingo Iohanes, acaso hijo del anterior, 1222 y 1229, Petro Perez, 1222 y don Nuno Monedero, 1236 y 1237). A diferencia de Carrión, conocemos emisiones salmantinas a través de la documentación de esa ciudad al menos tras 1126 y se mantienen hasta años antes de 1256. En 1193 se fabricó en la ciudad moneda de oro. En Salamanca, varios documentos fechados entre 1228 y 1250 dan cuenta de la existencia de una calle de la Moneda, próxima a la iglesia de San Pedro y al parecer paralela a la calle del Concejo.

El claustro de la Catedral vieja de Salamanca se construye entre 1167 y 1185. La parte interior fue desmantelada y en la actualidad se encuentra en Cataluña.

La galería meridional ofrece un conjunto de escenas en los capiteles que responden a escenas de acuñación de moneda con paralelismos con las que encontramos en Carrión de los Condes y Arenillas de San Pelayo. Hasta el momento se consideraba como escena fundamental la de una persona que está golpeando un martillo, sin embargo, en otros capiteles encontramos escenas que complementan esta acción.

La primera escena es de unos caballeros vestidos con cota de malla que luchan con unos leones.

La segunda presenta dos personas que han sido consideradas como jugadores de ajedrez entendiendo que el personaje derecho sujeta un tablero y que las dos personas tienen colocadas sus manos en la superficie. Esta escena es igualmente compatible con un cambiador que recibe o entrega monedas. Debe tenerse en cuenta que las funciones de los monederos en el periodo en el que se esculpen estas figuras cumplen las funciones de cambio, además de las de fabricación de numerario y que el proceso de emisión de moneda se basa en este momento en la renovación de unas series monetarias por las nuevas monedas reales.

La tercera escena contiene dos personajes que han sido considerados como oferentes. La de la izquierda parece portar una llave, mientras que la de la derecha se asemeja a las de los ensayadores que encontramos en Carrión y Arenillas.

La cuarta escena ofrece dos personas sin atributos que han sido consideradas danzantes.

La escena central para este propósito es la de los monederos, ambos sentados en sillas ricamente adornadas. La figura de la derecha porta un martillo en la mano y ha perdido su mano izquierda. Delante hay un soporte tallado y en la parte superior aparece un cuño clavado. La figura de la izquierda ha perdido sus manos y atributos.

Las últimas escenas son más conocidas en la iconografía románica. El sexto capitel muestra dos arpías y el séptimo en un lado la Ascensión y en el otro Sansón con un león.

Para saber más:

Luis Hernando Garrido, “La escultura románica en el claustro de la catedral de Salamanca”, Locus amoenus, 4, 1998

Antonio Roma Valdés, Erea Castro Alfonso, Pablo Rueda Rodríguez-Vila y Raúl Sánchez Rincón, Las monedas leonesas y castellanas del siglo XII, Madrid, 2019