La comprensión de la moneda medieval pasa por entender el proceso de su fabricación. En este caso, se explican las dimensiones que señalan los documentos.
El marco y sus divisiones. El punto de partida es el peso y la referencia (y no sólo para la moneda) en este período histórico es el marco, en ocasiones mencionado como marca o escrito como marcho o marcha.En 1261, Alfonso X estableció la obligatoriedad de usar el marco denominado alfonsí, con el mismo peso del de la ciudad de Colonia con estos términos: «É de los pesos ponemos el marco Alfonsí, que es este que vos enviamos, en que a ocho onças, é en la onça ha media, é quarta, é ochava. E en la libra aya dos marcos, que son diez é sex onças». El marco pesaba ligeramente por encima de 233 g y es posible que los pesos de los marcos empleados hasta entonces se encontrasen entre 230 y 233 g.
En torno al marco se establecen todos los valores y, por ejemplo, los monederos perciben una remuneración en función del volumen de marcos acuñados en León en 1171.
Las monedas se pesan y se pagan entregadas en marcos y algunas grandes transacciones entre magnates se realizan en marcos de plata, posiblemente en lingotes u objetos fabricados con plata durante los siglos XII y XIII.
Plata y oro tienen sus propias reglas. El marco de plata se divide en doce dineros y cada dinero en 24 granos. La plata de ley desde Alfonso X es de 11 dineros y cuatro granos, esto es, del 93 por 100 de plata. Por su parte, el marco de oro se divide en 24 quilates.
Sueldos y dineros. Un parámetro específico y paralelo son las unidades de cuenta. En este punto, baste decir que desde que se inician las emisiones y al igual que en Francia, doce dineros se cuentan en un sueldo.
Talla y ley. La producción monetaria se establece en función de dos parámetros, la talla y la ley. La talla indica cuántas monedas deben sacarse de cada marco y la ley es la proporción de metal noble. Tratándose de plata, la mención seis dineros significa el empleo de la mitad de este metal por cada marco dispuesto a ser acuñado, mientras que cuatro dineros alude a la tercera parte y tres dineros a la cuarta parte. En el caso del Ordenamiento para fabricar moneda en Lorca de 1297 (MOMECA 45.1A6) se establecen las dimensiones con esta expresión:
«Que la moneda que sea a dos dineros de ley enblanquida argente fin a veynte dos sueldos en prietos de talla el marco que los dineros más fuertes sean a dize nueue sueldos de talla el marco los dineros más febles que sean a veynte çinco sueldos de talla el marco. Et si mester fuere que puedan reçeuir en cada marco diez dineros fuertes de dize nueue sueldos de talla el marco, diez dineros febles a veynte çinco sueldos de talla el marco, pero si se acaesçiere que aya en el marco un dinero fuerte más de dize nueue sueldos de talla el marco otro feble más de veynte çinco sueldos el marco que passe non se detenga la obra por ello, lo al que sea reçeuido comunalmente, así que venga [todo en uno] a veynte».
Traducido a nuestras dimensiones, el Ordenamiento establece que de cada marco de 233 g deben sacarse 264 dineros de vellón con un peso de 0,88 g de peso. Además, cada marco debe contener una sexta parte de plata, esto es, 16,66 por 100.
La fabricación de la moneda. La técnica medieval no es precisa y por eso se establece un margen de tolerancia por encima y por debajo de del peso legal de una aleación compleja de fijar de manera exacta.
El primer paso es conseguir alear el metal disponible. Para ello, los monederos reciben plata pesada que deben ensayar, monedas antiguas cuyo contenido metálico teórico es conocido y cobre. Con el cobre puede haber como elementos como el hierro. Cobre y plata acostumbran a venir acompañados de otros elementos como hierro, zinc, arsénico o bismuto, entre otros que muestran los análisis mecanográficos publicados. Tratándose de la plata, la primera obligación es separar el plomo por el proceso de copelación, también empleado para el ensayo.
El Manuscrito 53 de la biblioteca de San Isidoro de León combina dos tratados de finales del siglo XIII o de comienzos del XIV, uno de aritmética y un Libro que enseña a ensayar cualquier moneda, único que nos ha llegado con este contenido en Europa. Ambos conocimientos son necesarios para mezclar el metal y conseguir la aleación pretendida que, como se ha indicado, nunca es exacta. Además, la mezcla de la plata y el cobre no es homogénea y eso se traduce en una distribución desigual, que genera la falsa impresión de que dentro de una misma emisión hay monedas con vellón rico y otras con vellón pobre, apariencia que se acentúa cuando comparamos monedas con superficies bien blanqueadas con otras que han sufrido un desgaste importante.
Una vez preparado el metal, se preparan láminas con un mismo grosor, se recortan los cospeles, se liman los cantos y se acuñan. Para evitar fraudes, en ordenamientos como el de Lorca de 1297 y los que le siguen en el tiempo, se establece la obligación de comprobar la aleación y el peso del lingote, de las láminas, de los cospeles antes de la acuñación y de las monedas una vez están concluidas, además del deber de custodiar todos los materiales entre jornada y jornada de trabajo.
La moneda reproducida está fabricada en Lorca de acuerdo con las previsiones del Ordenamiento.
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