Enrique II y Enrique III fabricaron dineros de vellón con una apariencia semejante, pero con un contenido metálico dispar. En 1373, Enrique II recuperó el sistema monetario existente con carácter previo hoy a la guerra civil iniciada en 1366, que incluía dineros con un contenido de la sexta parte de plata, es decir, 0,14 g.

Por su parte, Enrique II ordenó en 1391 la acuñación de dineros con el mismo peso que los de su predecesor, pero con un contenido muy reducido, 0,08 g de metal noble. El inicio de esta emisión se produce con la práctica desmonetización de las emisiones que circulaban con anterioridad a 1385, por lo que sus dineros no coincidían en los bolsillos de los habitantes del reino con los de Enrique II. En otra entrada se ordenaban cronológicamente las acuñaciones de los periodos que siguen a la guerra civil. Y en otra entrada, las diferencias entre los cornados coruñeses de Enrique II y Enrique III.

Unos y otros dineros mencionan como emisor al rey Enrique y tienen una presencia semejante, abundando aquellos que tienen las figuras dentro de orlas cuadradas. Sobre esta base, se hace muy difícil diferenciar unos de otros y la mayoría de los catálogos tradicionales atribuyen todos los dineros a Enrique II. Debe recordarse que recientes descubrimientos arqueológicos, entre ellos el tesorillo de Riaño y las excavaciones en San Marcial del Rubicón obligan a atribuir algunos cornados que tradicionalmente se consideraban de Enrique II a Enrique III.

Esta entrada establece la forma de distinguir los dineros de uno y otro monarca. Para comenzar, no todas las cecas acuñan dineros de Enrique II o de Enrique III.  Las cecas De Santiago, León, Córdoba o Zamora acuñan en tiempos de Enrique II, mientras que Cuenca lo hace únicamente en los de Enrique III. De hecho, las monedas que fabrican blancas de Enrique III fabrican también sus dineros y cornados. Por otra parte, la apariencia de los dineros de Enrique III es muy cobriza y abundan las leyendas DEI GRACIA o las letras EN unidas y establecidas con un solo punzón en el cuño, común con la que vemos en las blancas o seisenes de este monarca. Por último, en el caso de las cecas gallegas, las monedas de Enrique II casi siempre inician la leyenda con las letras SI DNS, ausente en las monedas de Enrique III con una venera bajo el castillo, aspectos estilísticos aparte.

En la siguiente tabla se exponen y se diferencian en función de las cecas. Como se aprecia, únicamente las monedas burgalesas ofrecen dificultades para su asignación, dándose la circunstancia añadida de que únicamente los dineros burgaleses de Enrique II aluden al monarca con la referencia DEI GRACIA.

Ceca

Enrique II Enrique III
Burgos

Orla cuadrada

MOMECA 60.4B

Orla cuadrada

MOMECA 69.1C2

Córdoba

Orla cuadrada

MOMECA 60.4C

Coruña

Orla cuadrada

MOMECA 69.1C3

Cuenca

Orla cuadrada

MOMECA 69.1C4

León

Orla cuadrada

MOMECA 60.4D

Santiago

Orla cuadrada

MOMECA 60.4E

Sevilla

Orla redonda

MOMECA 60.5A

Orla cuadrada

MOMECA 69.1C5

Toledo

Orla redonda

MOMECA 60.5B

Orla cuadrada

MOMECA 69.1C6

Zamora

Orla cuadrada

MOMECA 60.4F