Algunas monedas de plata y vellón de los años finales del s. XV tienen contramarcas. El término contramarca es el adecuado, toda vez que resello, en propiedad, son las contramarcas realizadas para cambiar el valor de la moneda castellana durante el siglo XVII. Tenemos las siguientes certezas en torno a ellas.

Las monedas de plata:

  • Son escasas en número
  • Se encuentran en reales y fracciones acuñados por Enrique IV en 1461 y 1471, así como reales de los Reyes Católicos con anterioridad a la Pragmática de 1497.
  • Tienen marcas de valor expresados con números romanos o puntos.
  • Los valores conocidos son dispares, siendo posible que se realizasen en lugares y momentos distintos.
  • No se conocen hallazgos ni muestras de su práctica en moneda no castellana, s.e.u.o.
  • La hipótesis más posible es que se trate de una práctica castellana bastante posterior a su acuñación.
  • Visto el significado, los contramarcados son operadores en el mercado, posiblemente cambistas.

Las monedas de vellón:

  • Las monedas contramarcadas son cuartos (MOMECA 75A) y maravedises (MOMECA 76.A) posteriores a 1468, así como blancas de 1471 (MOMECA 80.A). En el caso de los cuartos y maravedises, se trata normalmente de monedas de cecas no reales, sino un número reducido de ellas (con las marcas de ceca g minúscula y V recta, de manera más frecuente.
  • Se trata de moneda que circula con normalidad en el mercado: aparicieron en dos tesorillos, uno aparecido en la judería sevillana y otro en la provincia de Soria.
  • Estas monedas marcadas responden a los parámetros propios de su emisión, en especial en lo que a su contenido metálico se refiere, pues los especímenes sometidos a estudios metalográficos arrojan un idéntico contenido de plata que los restantes. En un estudio metalográfico los ejemplares con contramarca mostraron un semejante contenido de plata que los no contramarcados.
  • Su cronología se sitúa, asumiendo la simultaneidad de las contramarcas, entre 1471 (inicio de la última emisión de Enrique IV) y 1497 (comienzo de la primera de los Reyes Católicos, cuyas monedas carecen de contramarcas).
  • Un grupo importante de estas marcas demuestra importantes semejanzas a las empleadas en algunas cecas en el período posterior a 1468 y a las usadas por plateros entre los años finales del s. XV y los primeros del s. XVI.En el resto de los casos parece tratarse de señales personales empleadas por plateros o cambistas.
  • La hipótesis más probable es que se realizasen por plateros locales.
  • Se clasifican en estos grupos;
    • 1 Marcas semejantes a las de ceca y de marcadores de plata locales. En este caso, puede atribuirse población.
    • 2 Marcas claramente personales por incluir letras, aparentemente iniciales
    • 3 Marcas con formas perfectamente definidles, acaso evocadoras de una población que no podemos identificar.
    • 4 Marcas con formas geométricas u otras señales de difícil interprestación.

Para saber más:

A. Roma Valdés, J. L. Braña Pastor, El vellon castellano del siglo XV, 2010

A. Roma Valdés, «Las monedas de vellón de Enrique IV con contramarcas en el desorden monetario del siglo XV castellano», XIII Congreso Internacional de Numismática, Madrid 2003. Actas – Proceedings – Actes Pt. 2, p. 1393-1403

A. Roma Valdés, «Contramarcas en monedas castellanas de finales del siglo XV», Gaceta Numismática 185, 2013,  81-86.

A. Roma Valdés, «Contramarcas privadas de valor en moneda castellana al final del s. XV», Revista numismática Hécate 3, 2017, 190-200

A continuación se ofrece una lista de las contramarcas conocidas, de acuerdo con estos grupos, dedicándose el 5 a las marcas sobre moneda de plata.