Con motivo de un encuentro numismático en Vigo, una estudiosa alemana manifestó su interés en encontrar vestigios del castellano en la moneda medieval, una materia huérfana de estudios.

En la Edad Media leonesa y castellana las emisiones monteares iniciadas en 1087 se producen en latín en ocasiones imperfecto sea por el escaso espacio para escribir utilizando una técnica que evoluciona con el tiempo, sea por un uso poco uniforme o deficiente de esta lengua. Así, en el s. XII los nombres de los reyes, expresados normalmente en nominativo, varían. Por ejemplo, Alfonso se escribe ANFUS; ADEFONSUS, ALFONSUS, ILDEFONS, ANFUS o ANVOS. De la misma manera, no faltan terminaciones de referencias a ciudades en el primer período de emisiones leonesas y castellanas que implican un defectuoso empleo del latín o con variedades extrañas. Por ejemplo y en relación a Toledo, se usa TOLETUM, TOLETUO, TOLETA, TOLETAS o TOLETO,  en relación a León, se menciona LEGIONENSIS; LEGIONENSES o LEO, y en relación a Segovia se usa SUCOVIA o SECOVIA.

Algunos usos son reflejo de un mal uso del latín, como cuando a la reina Urraca se le denomina REXA en lugar de regina.

Uno de los usos más curiosos lo encontramos con presencia de influencia del árabe en la expresión TOLETULA de un dinero de Alfonso VII próximo a 1125 que no es sino una derivación del genitivo  arábigo de Toledo (Tolaitula), como leemos en el siguiente ejemplar del tipo MOMECA 8.3.

Alfonso momeca 8.3

Sin embargo, lo llamativo de la blanca o seisén toledano de Enrique III que encabeza esta entrada, acuñado en torno a 1400 en la ciudad coruñesa supone una interesante derivación del latín más próximo del uso de las lenguas vulgares. La leyenda en el anverso es E LEGIONES E DE TOLED. La conjunción et está incompleta y en lugar de acudir al genitivo para aludir a la ciudad de Toledo, se acude a la preposición de seguida de una forma castellana de mencionar a Toledo por el empleo de la letra d en lugar de la letra t. Prudente o inconscientemente, la leyenda no tiene terminación. Además, en lugar de realizar el genitivo de legionis con i lo hace con e.