La imagen superior, realizada por el Sr. Justino Castroverde y publicada en el Diario de Cádiz el 12 de febrero de 1933, muestra un acontecimiento singular acaecido en el Puerto de Santa María pocos días antes, del que también se hicieron eco otras publicaciones como ABC.

Con ocasión de una draga en la desembocadura del Río Guadalete a su paso por el Puerto de Santamaría se desplazaron lodos que escondían varios centenares de monedas de oro, en una cifra incierta que pudo alcanzar 500 ejemplares, extraídas por gentes del lugar (como muy gráficamente se aprecia en la imagen) y distribuidas entre coleccionistas locales y de Madrid. Es posible que algunos fueran subastados por Schulmann en Amsterdam en los años siguientes.

Algunas de las monedas pudieron ser estudiadas por lo mejor de la numismática de la época, como Casto María del Rivero, Manuel Gómez Moreno y Antonio Prieto Vives, si bien es Felipe Mateu y Llopis quien, tras la búsqueda de las fuentes dispersas disponibles, publicó una referencia lo más completa posible en «El ducado, unidad monetaria internacional oro, durante el siglo XV, y su aparición en la Península Ibérica» en el Anuario del Cuerpo de Archiveros, Bibliotecarios y Arqueólogos de 1934-1935. Más recientemente Anna Balaguer sistematizó la noticia en el III Congresso Nacional de Numismática de Portugal de 1985 y en el número 104 de Gaceta Numismática en 1992.

De las noticias publicadas puede deducirse que las monedas proceden de un buque hundido en circunstancias que hoy no podemos concretar, en las inmediaciones del Puerto de Santamaría, un caso muy especial de hallazgo de moneda medieval en la Península Ibérica. Tan sólo puede mencionarse un caso parecido de contexto arqueológico con moneda medieval castellana en Inglaterra, dentro del mismo arco cronológico.

La abundancia de la moneda portuguesa e italiana (por otra parte, muy variada), además de la del extinto reino de Granada, conduce a pensar que se tratase de una embarcación de origen no castellano dedicada al comercio. La composición incompleta, pues Mateu pudo ver una parte que sin duda excedía del centenar (de los que indica que tenían pequeñas concreciones blanquecinas en la superficie) y que en muchos casos no llegó a contar, puede resumirse así:

  • Más de 23 doblas granadinas entre 1461 y 1492.
  • Un número no concreto de ducados de Florencia (1451 -1489), Génova (1433 -1499), Venecia (1382-1462), Milán (1450-1466). Bolonia (1464-1471), Lucca (s. XV), Ferrara (1471-1505), Saboya (1472-1482), Santa Sede (1471-1484), Nápoles (1458-1494) y Hungría (1458-1490).
  • Más de 8 trionfos sicilianos (1470-1516).
  • Más de 30 ducados portugueses (1438-1495).
  • Al menos tres ducados de Fernando el Católico de Aragón, Valencia y Barcelona.
  • «Numerosos» ejemplares castellanos posteriores a 1497, al menos tres excelentes y tres dobles excelentes sevillanos.

Vista la fecha, puede suponerse que el hundimiento de este buque del que no hay noticias más concretas acaeció en los primeros años del siglo XV. Puede añadirse que la moneda portuguesa también está presente en un tesoro coetáneo a este, formado por moneda de oro y aparecido en la vecina localidad de Rota en 1958, en el que no hay, en cambio, ni moneda granadina, ni italiana.

En este enlace puede consultarse el mapa de tesoros numismáticos medievales en el espacio castellano y leonés.