La práctica de pesar moneda es consustancial a su uso en la Edad Media. Antes incluso de la fabricación de moneda propia por los reyes leoneses, algunos documentos del siglo XI mencionan el pago de moneda califal con la expresión solidos argenti pondere pesatos. Varios documentos gallegos de los siglos XII y XIII refieren el pago de dineros contados al peso y no por número. Y dentro de este último siglo, la Cantiga 305 de Alfonso X reproduce la imagen de un cambiador que utiliza una pequeña balanza para pesar monedas. En ninguno de estos ejemplos sabemos qué clase de pesas se usaban y si contaban con marcas identificativas.

Las pesas monetarias que se reproducen al final de la entrada, posiblemente del siglo XIII, fueron fabricadas para pesar morabetinos leoneses y castellanos y son las más antiguas de la cristiandad medieval, adelantándose a las francesas. Como contraste, conocemos muchas pesas andalusíes de los siglos XII y XIII usadas para pesar morabetinos y otras especies.

Las pesas monetarias propiamente dichas tienen estas características:

  • Se usan en el comercio y no en la casa de moneda, aunque en algún lugar, como sucede en Barcelona a finales del siglo XIV, se fabrican en ese establecimiento para su uso en el mercado.
  • Reproducen parcialmente los tipos monetarios de la moneda para las que son útiles
  • Su peso se corresponde con el legal de la moneda, con una reducción parcial que se explica por un margen de tolerancia.

No conocemos pesas monetarias en León y Castilla entre los siglos XIII y XV. En 1488 los Reyes Católicos ordenan las pesas monetarias y encargan al toledano Pedro Vegil marcar las pesas oficiales para las monedas y con los cuños como los que se reproducen a continuación.

Además de las unidades, se fabrican mitades y múltiplos. Durante el siglos XVI, otros marcadores mayores siguen la estela de estos cuños e incorporan elementos como las letras B o T.

Los documentos de finales de la Edad Media denominan pesas a los objetos empleados para verificar la masa de las monedas. El nombre de ponderal, de uso frecuente en la actualidad, es erróneo.

Para saber más:

José Luis Braña Pastor, Antonio Roma Valdés, «Pesas monetarias en Castilla entre 1488 y 1731», Numisma, 2016