Conocemos monedas sin marca de ceca en abundantes series monetarias acuñadas entre mediados del s. XIII y mediados del s. XV. Comprender la razón de su existencia significa primero analizar qué significan las marcas de ceca en el funcionamiento de la fabricación de moneda. Veamos los datos disponibles, apuntados en el Libro Homenaje a Josep Pellicer:

  • Las casas de moneda son instituciones que comienzan a funcionar de manera permanente en las ciudades desde el cambio del s. XII al XIII, pero que se institucionalizan a partir de 1263 en Castilla y León. Suponen la presencia de oficios distintos, principalmente monederos que realizan las distintas funciones de trabajo del metal y acuñación de las monedas, entalladores que fabrican los cuños y ensayadores que supervisan el resultado final.
  • A los efectos de evitar fraudes y sustracciones, la regulación de la fabricación de moneda en los ordenamientos que nos han llevado desde 1297 se basan en un permanente elemento: el control de todas las fases.
  • Las emisiones monetarias castellanas y leonesas tienen la misma presencia a pesar de fabricarse en distintas cecas. Por lo tanto, la única forma de comprobar de manera superior la regularidad de cada trabajo exige un sistema superior de control: las marcas de ceca.
  • Hay monedas sin marca, una verdadera anomalía, en proporciones desiguales en diferentes series. Se da la circunstancia de que es el único elemento que está ausente, esto es, no se olvidan de las figuras o de parte de las leyendas, sólo de la marca. La interpretación más posible es que la marca de la ceca es el último elemento que se incorpora en el cuño en una fase intermedia entre el trabajo del entallador y el de los monederos.
  • La mayoría de los ejemplares sin marca de ceca permiten apreciar un hueco deliberadamente establecido para que la marca pueda señalarse. En la moneda superior se ha omitido poner, aparentemente, la letra B que identifica la casa de moneda de Burgos. Por otra parte, en ocasiones la ubicación es forzada, como en la moneda inferior, donde la marca de ceca se superpone a la leyenda:

  • En un esquema de control de los oficios, la marca de ceca supone un sistema de control de la validez del cuño realizado por el entallador a los monederos para que puedan ser utilizados por los monederos en la acuñación de moneda. Por lo tanto, la marca de ceca no es necesariamente obra del entallador.

Por lo tanto, la marca de ceca responde a dos finalidades: supervisar el trabajo de cada ceca y controlar la validez del cuño para su uso en la ceca. La ausencia de marca de ceca es una anomalía que nos permite comprender el funcionamiento interno de las casas de moneda.