Los reyes castellanos y leoneses fabrican moneda de vellón como hacen otros poderes monetarios cristianos en la Península Ibérica, Francia o Italia. Además, tras los años centrales del siglo XII harán lo propio con oro y desde mediados del siglo XIII con plata de ley. Detrás de esta afirmación se esconden no pocos matices que es preciso explicar.

Circulación del oro y de la moneda de plata y vellón. A pesar de que las monedas fabricadas en ambos metales circulan legalmente, no lo hacen de la misma manera. Los tesorillos conocidos están formados con muy pocas excepciones con moneda de uno u otro metal, como sucede en Carboeiro y Zamora. Y los muchos documentos que reflejan transacciones entre particulares señalan los pagos en una clase determinada de moneda.

El principio general es la circulación separada de ambas clases de moneda: la moneda de oro sirve para atesorar o bien la usan los grandes comerciantes y las rentas más elevadas, especialmente en las mesetas y excepcionalmente en Asturias y Galicia, mientras que el vellón queda para el resto de transacciones. Por el contrario, los documentos toledanos del siglo XII reflejan los pagos primordialmente con moneda de oro. A partir del siglo XIII la tendencia será la reducción  y progresiva eliminación de estas diferencias territoriales.

La equivalencia entre el oro y la plata. A pesar de la circulación separada entre los metales, existía una relación entre las monedas de uno y otro metal. En el siglo XII se estableció un sistema de equivalencias basado en unidades de cuenta: un morabetino de 3,88 g equivalía a un número de sueldos de 12 dineros. Entre 1330 y 1350 una dobla de 4,66 g equivalía a 35 maravedises de plata o vellón.

La equivalencia entre el oro y la plata atendiendo a su peso también evolucionó con el tiempo que apreciamos en la variación de las unidades de cuenta. En la ciudad de Toledo, el cambio pasó de 3 a 6 unidades de plata por una de oro con el discurrir del siglo XII. Al menos en Sevilla, a mediados del siglo XIV el cambio era de 10 unidades de plata por una de oro.

Para saber más:

Antonio Roma Valdés, Emisiones monetarias leonesas y castellanas de la Edad Media. Organización, economía, tipos y fuentes, 2010