Si la escena más importante de monederos es la representada en el pórtico de la iglesia De Santiago de Carrión de los Condes, la del pórtico de Arenillas de San Pelayo se le encuentra próxima. En realidad, esta iglesia, distante de Carrión a algo más de 35 km, en un espacio aislado y lejano al Camino de Santiago, se encontraba vinculada con aquella desde 1168. Las figuras aquí representadas son semejantes, no siguen el orden establecido en Carrión y tienen una terminación menos brillante. Lo mismo que con Carrión, nos vamos a fijar en las figuras presentes en el arco.

Los monederos representados son los siguientes:

1 Empleando un fuelle, el fundidor da calor a un recipiente en el que parecen estarse fundiendo monedas.

2 Una vez fundida la aleación, el aplanador forma láminas que se aplanan con un martillo.

3 El redondeador elimina las irregularidades de los cospeles recortados obteniendo su forma redonda previa sujeción con unas tenazas, dando golpes en los cantos con una maza.

4 El recocedor o blanqueador añade una capa de ácido superficial que retira de la superficie el cobre y los metales asociados a este metal.

5 Es el paso definitivo de aplicar el acuñador dos cuños sobre cada cospel, empleando un martillo.

6 Figura dudosa, que puede ser recortador o acuñador.

Maestro o escribano.

Para saber más:

Julio Torres, «Monederos de piedra. Escenas de acuñación en el románico palentino», en L. Travaini, A. Bolis, Conii e scene di coniazione, 2007

Antonio Roma Valdés, Erea Castro Alfonso, Pablo Rueda Rodríguez-Vila y Raúl Sánchez Rincón, Las monedas leonesas y castellanas del siglo XII, Madrid, 2019